La
familia se configura como el instrumento social idóneo para la formación y el
desarrollo personal del menor, en la medida en que no sólo es un medio de
transmisión de valores y de pautas de conducta, sino que constituye el núcleo
humano en el que el menor puede cubrir más ampliamente sus necesidades
afectivas.
El acogimiento familiar es una
medida para prevenir y paliar, los posibles problemas que puedan acontecerle en
un futuro a los niños y niñas que se encuentren en esta situación, para poder
darle mejor calidad de vida y una educación responsable.
Se trata de niños y niñas que por
alguna razón no han podido continuar conviviendo con sus padres, pero que
tampoco están en circunstancias que permitan plantearse para ellos la adopción.
La finalidad de esta medida es
que las familias dispuestas a acogerlos se comprometan a compartir su vida con ellos, que les ayuden a
vivir su infancia y su adolescencia de la manera más completa y feliz posible.
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